7 ene 2013

Gin Table Bistro, una gran decepción



Monasterio de El Escorial, 4
Montecarmelo - Madrid

Llevados por la novedad, la moda y francamente,  porque nos gusta lo que ofrecen reservamos para cenar con una pareja de amigos esta vez a Gin bistro Bar. Especializados en las “archi de moda” hamburguesas gourmet y los muy populares gintonics.


Reservamos pronto y descubrimos un sitio bonito, agradable y bien montado. Mesa para 4, rápida revisión de la carta y empezamos.

Fueron 3 horas y no por decisión propia, con lo que vengo a exponer el primer fallo del local, la parsimonia y dejadez de los camareros, que se vieron desbordados por una mesa de 10 personas, haciendo poco o nulo caso al resto de comensales.

Como entrante para compartir elegimos unos nachos con guacamole y queso al curry, ¡error! los nachos de bolsa y guacamole para salir del paso que parecía mezclado con queso de untar malo.

Las hamburguesas nada del otro mundo, más bien pobres en preparación, aunque bien presentadas. Al final vas a comer y el sabor es lo más importante. La Bourbon, pequeña, pasada y solo carne y pan; y mucho más pan que carne en proporción. El acompañamiento de patatas, como ya había podido leer antes en alguna crítica de internet, poca cantidad, grasientas, y crudas por dentro.



La aptitud del camarero que nos atendía lejos de mejorar la mala impresión del local, se hizo cada vez más insoportable, llegando a ser más que borde al informar sobre la carta de bebidas queriendo pasar por experto al imponer una u otra marca. Eso no se hace, otra cosa es orientar. Además, pasaron por alto informar de los cambios que había en la propia carta de ginebras y cervezas. Y eran muchos.  



Los precios en las hamburguesas en relación calidad precio mal, una media de 8 Euros. Los G&Ts, 9 Euros, baratos aunque las ginebras no eran precisamente conocidas, según el camarero todas de gran calidad y con asombrosas historias detrás.

En resumen que pagamos inocentada y moda, pese a varias de las críticas negativas que pudimos encontrar en internet, avisando precisamente de los mismos fallos comentados aquí.

Sinceramente, confiamos en que el responsable se haga eco de las muchas críticas negativas sobre su local, y ponga remedio. Bien llevado y subsanando estos puntos, puede llegar a ser un buen sitio.

Ni recomendamos, ni por supuesto volveremos a menos que las cosas cambien.

6 ene 2013

El Cocinillas - San Joaquin, 3 - Madrid



Dando un agradable paseo la mañana de reyes, nos llamó la atención este pequeño restaurante por su nombre, y por ser uno de los pocos abiertos en la zona de Malasaña.


Tras buscar alguna otra opción decidimos entrar, no teníamos reserva pero quedaban un par de mesas para dos, estábamos de suerte aunque los gritos de algunos niños recibiendo regalos de reyes no auguraban demasiada tranquilidad. Finalmente se calmaron entretenidos con sus nuevos juguetes. Como podréis comprobar en las siguientes imágenes, la decoración es sencilla, agradable y sin pretensiones.



Nada más acomodarnos en nuestras sillas trajeron una jarra de agua con hielo, y una tapa de mantequilla de anchoas y semillas de amapola con panecillos tostados. Empezamos bien, porque además se dieron cuenta inmediatamente de que la mesa estaba mal calzada, solucionando el problema en pocos segundos. Traen las cartas, no hay un número excesivo de platos, algo que también agradecemos. 


Elegimos entrada, y dos platos. Capricho de berenjena asada, con mozzarella ahumada, exquisita. Raviolis de hongos al aglio con salvia y espinacas frescas, para ella. Corderito con salsa de miel y romero en patatas a lo pobre para él. Resultado perfecto en todo momento, sabores y cantidades en su justa medida.


En cuestión de vinos, Oh! sorpresa, la uva shirac que me descubrió sus virtudes hace un tiempo de la mano del Marqués de Griñón, bien de precio 22€ y de Madrid. 


     

El restaurante empezó a llenarse hasta ocupar todas sus mesas (9) alguna bastante grande, pero no hubo tardanza ni problema alguno. El dueño y una camarera hicieron a la perfección su trabajo.

Pedimos también postres para poner un buen broche a las vacaciones de Navidad, uno por cabeza (siempre compartimos). Suave arroz con leche caramelizado, con helado de vainilla, arroz con leche y  tarta tatín con crema frita. Dos riquísimos cafés solos y chupitos de parte de la casa, ¿qué más se puede pedir?


Precio final 75€
Satisfacción total.
PD: tuvieron un problemilla con el TPV pero fuimos a sacar dinero y listo.
Recomendaremos y volveremos.