Monasterio de El Escorial, 4
Montecarmelo - Madrid
Llevados por la novedad, la moda y francamente, porque nos gusta lo que ofrecen reservamos para cenar con una pareja de amigos esta vez a Gin bistro Bar. Especializados en las “archi de moda” hamburguesas gourmet y los muy populares gintonics.

Reservamos
pronto y descubrimos un sitio bonito, agradable y bien montado. Mesa para 4,
rápida revisión de la carta y empezamos.
Fueron 3 horas
y no por decisión propia, con lo que vengo a exponer el primer fallo del local,
la parsimonia y dejadez de los camareros, que se vieron desbordados por una
mesa de 10 personas, haciendo poco o nulo caso al resto de comensales.
Como
entrante para compartir elegimos unos nachos con guacamole y queso al curry,
¡error! los nachos de bolsa y guacamole para salir del paso que parecía
mezclado con queso de untar malo.
Las
hamburguesas nada del otro mundo, más bien pobres en preparación, aunque bien presentadas. Al final vas a comer y el sabor es lo más importante. La Bourbon, pequeña, pasada
y solo carne y pan; y mucho más pan que carne en proporción. El acompañamiento
de patatas, como ya había podido leer antes en alguna crítica de internet,
poca cantidad, grasientas, y crudas por dentro.

La aptitud
del camarero que nos atendía lejos de mejorar la mala impresión del local, se
hizo cada vez más insoportable, llegando a ser más que borde al
informar sobre la carta de bebidas queriendo pasar por experto al
imponer una u otra marca. Eso no se hace, otra cosa es orientar. Además, pasaron por alto
informar de los cambios que había en la propia carta de ginebras y cervezas. Y
eran muchos.

Los precios
en las hamburguesas en relación calidad precio mal, una media de 8 Euros. Los G&Ts,
9 Euros, baratos aunque las ginebras no eran precisamente conocidas, según el camarero todas de gran calidad y con asombrosas historias detrás.
En resumen
que pagamos inocentada y moda, pese a varias de las críticas negativas
que pudimos encontrar en internet, avisando precisamente de los mismos fallos comentados aquí.
Sinceramente,
confiamos en que el responsable se haga eco de las muchas críticas negativas sobre su local, y ponga
remedio. Bien llevado y subsanando estos puntos, puede llegar a ser un buen sitio.
Ni
recomendamos, ni por supuesto volveremos a menos que las cosas cambien.